INJUSTO DESALOJO PARA UNA FAMILIA DE ITUZAINGÓ
La familia Pachilla sufrió el remate de la casa que habían comprado de buena fe y la orden de desalojo llegó con fecha del 29 de septiembre. Un chiquito discapacitado quedará en la calle.
La familia Pachilla vive una odisea que ya tiene fecha de conclusión. El próximo 29 de septiembre la vivienda que Mariano Pachilla compró con el dinero de la indemnización que le dio ferrocarril en 1993 fue rematada y ese día se producirá el desalojo.
En la casa ubicada en Villa Udaondo, partido de Ituzaingó, conviven Mariano, su pareja y una de sus hermanas, con sus dos hijos, uno de ellos con capacidades diferentes. Es un terreno entre las calles Guiraldes y Tabaré, donde Mariano pudo construir una humilde “casita”.
Miriam, otra de las hermanas de Mariano, contó como fue el momento en que su hermano se enteró del remate de su casa y detalló toda la odisea: “En 2010, a él le avisan que, a través de un abogado, su casa iba a ser subastada. En ese momento, contrató un abogado de la zona. Lo que no sabía él era que el matrimonio que le vendió el terreno, eran dueños de una metalúrgica y que entró en quiebra. No tenía la escritura, pero si una boleta de compra y venta que estaba constatada por un escribano, y de más de 20 años de residencia en el lugar. Le dijeron que estaba todo bien, hasta que llegó la orden de remate. Ahí, nos contactamos todos con esas personas, que nos dijeron que estaban en España, la mujer nos dijo que su esposo estaba enfermo y que sus empleados se iban a encargar del caso. Pero, nunca más nos contestó”.
“Mi hermano hizo todos los pasos a seguir. Presentamos algo que era como una escritura, teníamos de testigos a los vecinos que vivíamos ahí desde el ’93. Él no hizo la escritura porque había sido desafectado del ferrocarril, hacía changas, entonces era imposible, pero tenía boleta de compra y venta. Hasta que llegó todo esto, tuvimos que contratar entre todos una nueva letrada y un abogado. Hicimos todo bien, hasta que el día del remate nos tuvimos que acercar al Poder Judicial de CABA”, explicó.
Continuando con el tema del remate, Miriam señaló que se hicieron hasta rifas para juntar el dinero y evitar el remate, pero hubo inconvenientes: “Había una base del remate, que eran unos 222 mil pesos, y unos pesos más, porque sabíamos que iba a subir. Pero tuvimos un problema, se presentó el abogado del rematador y pedía que exhibamos los valores de dinero que teníamos, sino no podíamos ingresar al recinto. Yo tuve la lucidez de grabar ese momento. Esto pasó en abril de 2018”.
“En una de las grabaciones que le hago a la oficial, dijo que no le dieron la orden de no dejar entrar”, agregó. Luego, contó que “tres días antes del remate, vinieron los compradores a una exhibición de la casa. Estuvimos atrincherados esos tres días dentro de la casa, no vino nadie. Buscamos escribanos para constaten que no había nadie, pero no podían acercarse”.
“Si bien todo está en CABA, el desalojo queda acá en el Juzgado 6 de Morón. El día 29 de septiembre, van a ir a desalojarlos la fuerza pública, en caso de que no quieran dejar la casa. Ya presentamos la denuncia al letrado que no nos dejó ingresar”, confirmó.
Hoy por hoy, los Pachilla tienen todo el apoyo del barrio, de la Junta Vecinal Calle Guiraldes y se mueve para que el tema tenga mayor visibilización. Un injusto desalojo que dejará a una familia y en particular a un chico discapacitado en la calle.