DANTE MAJORI: «ES UN SUEÑO, QUE DESPUÉS DE 86 AÑOS SE HACE REALIDAD»
Dante Majori, Presidente de Yupanqui, diálogo con Sector Prensa. Expresó su felicidad por el nuevo estadio y contó cuándo se estrenará.
Yupanqui tiene estadio propio por primera vez en sus 86 años. El Ciudad Evita será la primera casa del Trapero, con capacidad para unos dos mil espectadores. Para saber más sobre este logro de la institución, hablamos con Dante Majori, Presidente de la misma y de la Primera D. Contó cuándo se estrenará la cancha y expresó lo que significa conseguirlo en su gestión.
SP: – ¿Qué significa para vos que hoy Yupanqui tenga su casa propia?
DM: – Es un sueño de muchos años, de mucha gente. Es un sueño colectivo, que después de 86 años se hace realidad. Y para mí es muy especial. Porque me tocó desde chico, desde que empecé en el fútbol infantil, en el juvenil, como profesional y como hincha, tener que peregrinar en predios deportivos para entrenar y una infinidad de canchas para poder jugar de local. Y hoy, poder concretar esto y decir que tenemos nuestra casa, nuestro lugar, es realmente único. Estoy muy contento. Cuando empecé a trabajar en la dirigencia de Yupanqui, me propuse esa meta. Hace más de 20 años, me propuse conseguir un espacio para la práctica del fútbol y se logró. Obviamente, fue una meta que me puse yo como dirigente, pero que no pude hacerla solo, sino que con un gran grupo de trabajo que hay en el club y una Comisión Directiva con grandes dirigentes, trabajamos en conjunto y logramos esto.
– Que se haya logrado con esta gestión, ¿lo hace más especial?
– Claro, totalmente. Lo importante es que se haga. Tuvimos la suerte de que se haga en nuestra gestión, conmigo como Presidente, me llena de orgullo y satisfacción, es una alegría inmensa. Los momentos que viven los dirigentes deportivos, la mayoría son ingratos, hay pocos momentos de felicidad plena. Creo que uno de esos momentos es este, el de la inauguración de la cancha. Se hizo mucho esfuerzo para esto, se trabajó mucho, está todo hecho a pulmón y con trabajo de sus dirigentes.
– ¿Beneficia en lo económico tener una cancha propia y no tener que alquilar?
– El beneficio, en cuanto a lo económico, es relativo. Porque antes teníamos que alquilar y era una erogación que el club hacia todo los meses, en todos los partidos que jugaba de local. Pero, ahora ese dinero hay que invertirlo en el cuidado del campo de juego, en los vestuarios y el mantenimiento, no sé si un poquito más también. En lo que se gana es el sentido de pertenencia, sentirse verdaderamente locales y disfrutar de nuestra casa. Realmente, creo que el beneficio es más deportivo y tiene que ver con el espacio, todos quieren tener su casa propia. Yupanqui ya estaba cansado de que se vea en el diario todas las semanas que hacia de local en tal lado, eso se terminó. A partir del año que viene, vamos a jugar en nuestra cancha.
– ¿El estadio está habilitado, cuándo podría estrenarse?
– Si bien el estadio está habilitado, la idea nuestra es, por razones particulares del club, arrancar ya la temporada que viene. Estamos trabajando en una nueva tribuna, una lateral de cemento. Y la idea sería, si Dios quiere, tener avanzada la obra para poder jugar el año que viene ya, con tribuna y todo, de local.
– Además del estadio, ¿qué otras obras se concretaron y se planean a futuro?
– Se concretaron unas canchas de fútbol 5 de césped sintético, los vestuarios, una parrilla, un comedor. Y se proyectan canchas auxiliares, a futuro.
– Sé que en varias ocasiones hablaste del rol social de los clubes ¿Cómo trabaja Yupanqui en ese rol y cómo lo hizo durante la parte más dura de pandemia?
– Yupanqui fue, no sé si el primero, pero si uno de los primeros que en el mes de marzo del año pasado puso un comedor cuando se decretó lo de la cuarentena. Hasta el día de hoy sigue funcionando todos los días, ayudando a la gente que lo necesita. Es un trabajo grande, todavía la gente sigue viniendo a nuestro predio a buscar comida. También hicimos campaña de donaciones, tanto de alimentos como de artículos de limpieza, para merenderos y comedores. Utilizamos el club como vacunatorio. Hemos hecho dos o tres campañas de donación de sangre, en conjunto con el Hospital Garrahan. Se trata de contener. El club es un espacio abierto para chicos, jóvenes y adultos. Un lugar de encuentro para todo aquel que quiera venir y participar, y que necesita una mano. Se hacen varios acuerdos con entes gubernamentales, se trabaja mucho para la inclusión de chicos de barrio no del todo consolidados.