ALBERTO LOZANO: «EL CHARRO MORENO LLEVABA LA PELOTA EN EL ALMA»
Hablamos con Alberto Lozano, ex Deportivo Merlo y quien fue dirigido por el «Charro» Moreno. Contó experiencias y anécdotas.
Alberto Lozano se desempeñó como jugador de Deportivo Merlo en la década del ´70, pero tiene una historia en particular. El ex volante, quien recordó su paso por el club de Parque San Martín, dialogó con Sector Prensa y contó anécdotas de quien fue su entrenador en ese entonces, nada menos que José Manuel «Charro» Moreno. Vale aclarar, la cancha del Depo lleva su nombre.
SP: – ¿Qué recordás de tu paso por Deportivo Merlo?
AL: – Para mí fue una satisfacción, un volver a empezar prácticamente. Jugaba en Deportivo Español, en 1971 y 1972, y por un pequeño percance dejé de jugar muchísimo tiempo. Después de un largo tiempo, uno siete u ocho años, jugué en la liga de San Pedro. Ahí, me vio un dirigente de Merlo en AFA y me preguntó si quería jugar en Deportivo Merlo, en ese momento estaba el «Charro» Moreno como técnico. Quedé como el 5 del equipo, después estuve de 8. Éramos un equipo muy fuerte, temido. En ese tiempo estábamos en calles de tierra. Me acuerdo que los hermanos Romagnoli, que jugaban en el Almirante Brown, me decían que «mañana tenemos que jugar con ustedes». Se preocupaban, para ellos era ir a jugar a un lugar que generaba temor. No solamente por el ambiente, sino por nuestro que dejaba todo en la cancha, se podía jugar bien o mal, pero se dejaba todo. Otra gran satisfacción, fue haber sido dirigido por el «Charro» Moreno, para mí uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol argentino. Estoy muy agradecido al Depo, porque pasé tres temporadas bárbaras y tuve al «Charro». Lo indagué mucho, le pregunté muchas cosas y me contestó. Forjamos como una especia de amistad.
– ¿Qué le preguntabas al «Charro» y qué te enseñó?
– Una de las preguntas me demostró la humildad que tenía. Le pregunté si él fue uno de los mejores, me dijo que había alguien mejor y era Tucho Méndez, ex jugador de Huracán. Se notaba su humildad, porque en ese tiempo él era lo más grande. El «Charro» era una persona que llevaba la pelota en el alma. Inclusive, el preparador físico a veces se enojaba, porque el que mandaba era él, y en medio de los trabajos físicos le decía «bueno profe, basta» y nos tiraba la pelota. Era fanático del buen juego. Esa era una de las grandes virtudes de él, era un jugadorazo, y quería que los suyos también estén con la pelota permanentemente.
– Tenés una anécdota con el «Charro» Moreno, ¿no?
– Él tenía la costumbre de que quería siempre buen fútbol, a veces andábamos mal y de afuera nos gritaba. A veces era un grito fervorizado, porque era un amante del buen fútbol. Termina el primer tiempo, vamos al vestuario y yo le dije, «don José, no se puede jugar así, usted nos grita desde afuera». Eso lo pinta de cuerpo entero, que era un tipo derecho. Se quitó el saco, se arremangó la camisa y se puso en guardia. Me dijo, «¿qué pasa pibe?» Era una forma de igualarse a mí, bajar del lugar de técnico. Le dije, «no, don José». Por favor le dije, cómo nos íbamos a pelear. Un tiempo después, me dijo que era el único que le contesté algo, porque los demás no lo hacían por respeto. «Desde ese momento, me di cuenta que eras mí 5», me dijo. Eso me llena de orgullo, se lo dije porque a mí me parecía que estaba mal lo que hacía. Me decía, «si vos tenés los huevos para decirme algo a mí, tenés los huevos para jugar en la cancha». Eso me quedó grabado hasta el día de hoy, no me lo olvido, y tengo un recuerdo hermoso de él. Como algo fabuloso, un tipo entero, chapado a la antigua, con agallas y una polenta terrible. Él nos inculcaba el dar todo, no quería nada a medias. Nos decía, «muchachos, no hay nada más lindo que llegar a casa y mirar a sus esposas e hijos, pensar que lo dieron todo».
– ¿Era una persona que escuchaba a sus dirigidos?
– Te escuchaba y comprendía. Nosotros acatábamos, estábamos ante una figura histórica del fútbol, tuvimos suerte de tenerlo en Deportivo Merlo. Era toda una sabiduría. Te ubicaba en la cancha, te decía cómo jugar y lo que era más conveniente. Nos contagiaba su forma de ser. A pesar de no haber podido ser campeones, la pasamos muy bien en ese plantel.
– ¿Te cambió la carrera tenerlo como entrenador?
– Si. Uno tiene condiciones, pero con el aporte de él era muy importante. Te enseñaba donde ubicarte para tener más contacto con la pelota, cuando retroceder y avanzar. El jugar de igual a igual contra cualquier equipo. Con su aporte, mejoré muchas cosas en mi juego.
– Una vez retirado del fútbol, ¿a qué te dedicaste?
– Hace unos cinco o seis años, dirigí las infantiles de Deportivo Merlo en el Remanso. Después dirigí Quinta y Sexta cuando estaba «Chiche» Molfa, él trabajaba con Cuarta y Tercera. Estuve mucho tiempo en la política, era director de tránsito. Después, era director de auditoria y me jubilé como subsecretario de auditoria.
– ¿Te gustaría volver a estar ligado a Deportivo Merlo?
– Me gustaría dirigir las inferiores, ya hablé con algunos dirigentes y me ofrecí. No tengo ningún problema, a Deportivo Merlo lo llevo en el alma. Lo van a ver y hablar, lo traté con el Presidente y Secretario del club.