viernes, mayo 10, 2024
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Por qué la situación actual no es similar a la del 2001: la explicación de un historiador

Alberto Lettieri habló en un medio radial y apuntó contra Patricia Bullrich. Además, sostuvo que es muy difícil organizar estos hechos mediante las redes sociales.

Luego de los resultados de las PASO, el Banco Central tomó la decisión de devaluar 22% la moneda oficial, provocando más dificultades para el bolsillo de los argentinos.

En esta semana, en la zona oeste del conurbano bonaerense principalmente, hubo varios robos a comercios, generando miedo a los comerciantes y a la población en general por posibles saqueos: una situación que muchos argentinos recordamos por lo vivido en la crisis de 2001.

En este sentido, el historiador Alberto Lettieri habló en “El Tanke de Búnker” (lunes a viernes de 10 a 13 horas por FM Búnker 94.9) y explicó que la situación social actual no es similar a la del 2001.

“El escenario actual no tiene nada que ver con el de 2001. Si tenemos en cuenta, por un lado, que el 2001 generó el surgimiento de los movimientos sociales y esto pudo permitir llevar adelante toda una red de contención que se mantuvo a través de los distintos gobiernos más allá de su signo político. Por quienes participan de estos saqueos que son totalmente artificiales, armados, tienen una finalidad política de desestabilización muy clara. En general se hace referencia a que hay gente que viene de otro lado, que no son conocidos por los vecinos ni por los comerciantes y demás”, comenzó diciendo Lettieri.

Y agregó: “En 2001 además había una situación muy crítica en términos económicos y si bien podés tenerla ahora, pero había una gran diferencia que es que el Fondo Monetario le había negado la llegada de nuevos fondos al gobierno de Fernando de la Rúa en aquel momento con Domingo Cavallo como ministro y esto lo lleva a la renuncia como ministro”.

En esta línea, remarcó que “las elecciones presidenciales están en curso, es algo muy distinto a lo que pasaba en 2001 cuando todavía quedaban dos años más de gestión y había una presión muy grande por tratar de acelerar la salida de ese gobierno y además en aquel momento había una crisis política interna dentro del gabinete que había llevado la renuncia al cambio de muchos funcionarios pero también a la renuncia al vicepresidente y por esta razón incluso los sectores que tenían liderazgo dentro de los partidos que componían la alianza, los líderes estaban fuera del gobierno y en una clara posición opositora como era el caso de Carlos Menem, de Eduardo Duhalde o de Raúl Alfonsín. Entonces por ninguno de esos lados se ve ninguna clase de similitud. Ahora además Sergio Massa consiguió fondos adicionales para tratar de sostener la economía en los próximos meses y tuvimos el anuncio de la incorporación a los BRICS así que efectivamente el escenario es totalmente distinto”.

Así, Lettieri entiende que lo que se vivió en los últimos días beneficia a un sector político: “Yo creo que esto es estrictamente político y creo que sin hacer acusaciones concretas favorece claramente a una de las opciones políticas que se presentan a las próximas elecciones. A Milei no le conviene esto, si bien le conviene que el gobierno no funcione demasiado en su política económica no estaría en condiciones de acceder al gobierno, todavía están recién empezando a armar sus equipos económicos y con el paso de los días va incrementando en las encuestas su caudal electoral, razón por la cual lo que él precisa es que se consolide la alternativa sobre la cual se ha generado el debate que fue el concepto de casta y de dolarización, el de casta para diferenciarse de la política tradicional y de dolarización como para sintetizar en un término lo que podría ser su política económica de eventual recuperación. Por el lado del gobierno tampoco le sirve porque en realidad lo que tiene que mostrar es gobernabilidad. En general este tipo de situaciones no lo beneficia en absoluto, entonces más aún con el déficit que tenemos en términos de política de seguridad, tanto con Aníbal Fernández como con Sergio Berni, razón por la cual al gobierno lo que le interesa es plantear el debate en otros términos, y de ese modo tratar de generar una alianza con el sector de Rodríguez Larreta y de Morales, que claramente tienen diferencias muy marcadas con Milei y también con Patricia Bullrich, y tratar de recolectar a los sectores del peronismo no cristinista que estaban fuera de la coalición y que ya tuvimos la incorporación inicial de Guillermo Moreno”.

De esta manera, apuntó contra Patricia Bullrich, candidata a presidenta de Juntos por el Cambio: “La única que queda rezagada en este contexto es Patricia Bullrich, que aparentemente no suma más votos de los que fue su cosecha personal en las PASO, y entonces por su discurso represivo y demás la única situación que la beneficia es la que se genera una situación de caos social para plantearse a lo hecho para pedir estado de sitio. Vuelve a las viejas recetas que fracasaron en 2001 que son el tema de exigir un blindaje y de plantear justamente la supresión de libertades. Así fue el resultado que tuvimos en 2001 en términos de conmoción y demás”.

Además, siguió argumentando por qué esta situación no es la misma que en 2001: “Y luego, tampoco es parecido esto que nos pasa ahora respecto al 2001, porque no hubo una acción represiva de parte del Estado, sino que hubo una situación de contención. Y yo calculo que, con el paso de los días, y teniendo casi 100 detenidos solo en la provincia de Buenos Aires, van a poder salir a la luz quiénes son realmente quienes están implicados detrás de estos saqueos”.

La función de las redes sociales en esta problemática y por qué es difícil organizar hechos violentos: “En el 2001, siempre los saqueos, inicialmente, son armados, organizados. Tanto los fueron en el 2001 como los son ahora. Lo que pasa es que es como el suicidio. Había una política de los medios tradicionalmente de no publicar los suicidios porque tienen un componente de imitación potencial. Cuando se arman los primeros saqueos, que siempre son organizados, dependiendo de cuál sea la situación social, el contexto socioeconómico y demás, a los primeros saqueos que son organizados y tal vez con una finalidad política, se va sumando la iniciativa, la autogestión del saqueo, que esto hace que sectores que realmente están en situación complicada, con problemas justamente para su subsistencia, se organicen y se sumen a esto. Esto no pasa ahora. Pero sí las redes sociales, de alguna manera, permiten descentrar la responsabilidad y sobre todo en términos de ese factor de imitación. Pero si vos das una clara señal en términos de acción política, contener los saqueos y demás, es muy difícil que desde las redes sociales se pueda articular. Evidentemente, va a haber determinados grupos, que a lo mejor los saqueos que se organizan desde las redes tienen poco que ver generalmente con las conducciones políticas. Por ejemplo, en la estructura de comunicación de Milei, hay sectores que están vinculados con él, que incluso participaban de esos chats y demás, pero no lo hacen siguiendo directivas de la conducción. Está totalmente descentralizado. Entonces, yo creo que es muy oportuna la acción que lleva adelante en términos de seguridad la provincia, sobre todo en Buenos Aires, para encarcelar a los actores. Y creo que, si bien existen factores de imitación y de promoción a través de estos grupos, no creo que pueda llegar a generalizarse justamente porque no están dadas las condiciones sociales para hacerlo y porque además hay un gobierno que responde, a diferencia de lo que pasaba en 2001, que era un gobierno que estaba totalmente desmadrado”, sostuvo.

Y finalizó: “Hubo unos saqueos en el año 2013, me acuerdo, que fue producto de una rebelión policial que se había iniciado en Córdoba por un problema de asignación de recursos del gobierno central a la gestión de Juan Manuel de la Sota, y que luego tuvo algunas expresiones puntuales en algunas provincias, pero fue una cosa muy puntual y que justamente porque no estaban dadas las condiciones sociales ni económicas, no se multiplicó ni nada. Aquí lo que pasa es que estamos en pleno proceso electoral y la sociedad y las fuerzas políticas todas son conscientes de que es indispensable implementar alguna forma de algún cambio, alguna reestructuración del Estado y de funcionamiento de la economía. Y me parece que del lado de la oposición hay un interés en tratar de generar una sensación de desgobierno, ayudada por supuesto por la actitud de la dupla presidencial absentista que tenemos, de generar una idea de caos para promover la hiperinflación y de ese modo generar una situación que permita fácilmente implementar políticas negativas para la mayoría de la sociedad, aceptándolo por el factor que significa la hiperinflación. Entonces me parece que estos saqueos tienen como una finalidad en términos de desvirtuar e impulsar la catástrofe económica para luego poder construir sobre los escombros, pero creo que esa es la diferencia, en la memoria colectiva los saqueos están muy presentes, aunque en la práctica lo de 2001 fue algo absolutamente excepcional”.