Dolarización al estilo Ecuador
Opinión: Marcelo Rodríguez, periodista. En el programa del miércoles pasado en El Tanke de Búnker por Radio Bunker hablamos con el secretario de Prensa de Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Salvador Femenía. Acordábamos que tanto en el plan económico de Martínez de Hoz durante la última dictadura, después durante el menemismo y en el gobierno de Macri sucedía que las empresas industriales de nuestro país cerraban sus puertas debido a la apertura indiscriminada de importaciones. También concluimos en que esta vez, se repite la situación pero se está dando más rápido por la caída del consumo debido a la abrupta pérdida del poder adquisitivo de los salarios, por la altísima inflación y la formidable devaluación anunciada por el ministro de Economía Luis Caputo apenas asumido Milei.
Es decir, esto la Argentina nunca lo vivió. No es neoliberalismo, es el antiguo aunque novedoso para nuestro lenguaje, Anarco Capitalismo.
A diario se escuchan reflexiones que dicen “yo quiero que a Milei le vaya bien así le va bien al país”. El tema es que si Milei tiene éxito, Argentina se convertirá en un típico país latinoamericano con una clase media muy enflaquecida, una altísima pobreza estructural y un núcleo muy concentrado y pequeño de grandes riquezas. Sería la muerte definitiva del país del ascenso social.
En sólo dos meses la Argentina se encareció más de un 40 porciento en dólares. Esto no es casual ni caprichoso. Es la licuación del peso argentino para buscar el ancla en una dolarización o algo similar al blanqueo de una economía bimonetaria o canasta de monedas, pero con salarios por el piso al estilo Ecuador. Esa es la foto que se avecina si el gobierno logra el objetivo que se plantea.
Durante enero y febrero, el país experimentó un fuerte incremento de sus precios medidos en moneda dura. Sin embargo, los salarios siguen planchados y la recesión ya es una realidad. Sin mercado interno y con precios crecientes en dólares, la competitividad es una farsa.
Sabemos que en dos meses la inflación alcanzó el 51,4 porciento y el dólar libre aumentó en un promedio del 8,6.
El periodista Ivo Cortazo realizó un trabajo para El DiarioAr.com en el que hace una comparación de los sitios web de supermercados en Argentina, Estados Unidos y España. Muestran que, en el caso del litro de leche, el valor para nuestra economía se sitúa en los 71 centavos de dólar mientras que en la economía norteamericana el precio es de 88 centavos y en España oscila en los 99. Este caso es bastante esclarecedor ya que, si bien, el producto en Argentina sigue estando por debajo del precio internacional medido en moneda dura, si se toma el precio de diciembre, se evidencia un incremento de casi el 60 porciento en dólares. Esto sin entrar en la comparación del poder adquisitivo de los salarios.
Macri había venido a destruir la industria nacional y Milei parece haber venido a destrozar toda generación de empleo. Todos los días hay una nueva noticia que hace pensar que los enemigos del presidente son los trabajadores y para reducirlos a la mínima expresión se lleva puesto todo, inclusive a las pymes que son las mayores generadoras de empleo de nuestro país.
El pensador argentino Arturo Jauretche quién supo interpretar como nadie la cultura popular y el comportamiento de cierta clase dirigente que sueña con ser más de lo que son y que a lo largo de la historia miraron hacia afuera con amor y hacia adentro con odio. Decía que La oligarquía es una minoría ínfima en nuestra sociedad, son dueños de la tierra, pero su mayor poder es el de ser dueños de la cabeza de miles de argentinos de clase media, que sin tener, más tierra que la de los canteros del patio, se comportan como fieles defensores de un modelo que no les pertenece.
Es real que los tiempos han cambiado y que las charlas entre personas de carne y hueso en un alto porcentaje fueron reemplazados por la virtualidad y en ese terreno los algoritmos son quienes dominan la situación.
En este sentido, se hace necesario recuperar el sentido común como primer paso en el camino de vuelta hacia la normalidad.