ASESINÓ A SU HIJASTRA Y DEJÓ EL CUERPO SEMIDESNUDO EN UNA CAMA
El terrible episodio ocurrió en San Miguel, en medio de un festejo familiar en una vivienda. El sospechoso, que estuvo varias horas prófugo, ya fue detenido.
Una joven de 24 años, identificada como Yamila Belén Araujo, fue asesinada durante un evento familiar en la madrugada del domingo en una casa de la localidad bonaerense de San Miguel. El principal sospechoso del femicidio, su padrastro, fue detenido en las últimas horas en la casa de un primo, en Tortuguitas.
El cuerpo de la víctima, que era madre de dos hijos, fue encontrado por una de sus hermanas ayer cerca de las 14.30, semidesnudo y en una cama, en el primer piso de una casa ubicada sobre la calle Platón al 2700, cerca del cruce con la avenida Primera Junta.
Según los testigos, el cumpleaños de la mamá de Yamila los había reunido allí el sábado a la noche y alrededor de las 5 la pareja de la mujer y padrastro de la víctima, Javier Benítez Ortigoza, acompañó a la joven a su habitación debido a que estaba alcoholizada.
Aunque entonces vieron salir al sospechoso, de nacionalidad paraguaya y 29 años, casi de inmediato del cuarto, un rato después hubo quienes aseguraron haberlo visto regresar. En esa segunda oportunidad, Benítez Ortigoza estuvo cerca de media hora a solas con la víctima.
Damián, hermano de la víctima, dijo que “él dejó la llave puesta, tenía planeado volver” y que luego “la violó y la mató”
Mientras se espera el resultado de la autopsia, un informe preliminar de los peritos de la Policía Científica advirtió que Yamila tenía signos de estrangulamiento. Por su parte, su hermano agregó: “Tenía heridas en los brazos, se quiso defender”.
Benítez Ortigoza, que por el hecho prevé una pena de prisión perpetua, desapareció poco después de cometer el ataque y logró mantenerse prófugo varias horas, pero el rastreo de la Tarjeta SUBE fue clave esta madrugada para localizar al acusado en la casa de un primo, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas.
Según Damián, el presunto femicida estaba en pareja con su madre y convivía con ellos desde hace dos años, pero antes había estado preso casi una década por secuestro y robo. “Se venía portando bien”, se lamentó Damián, y afirmó que durante el último tiempo jamás habían notado en él ninguna actitud sospechosa que les permitiera anticipar lo que ocurrió este fin de semana.