LA IMPORTANCIA DE CUIDAR NUESTROS OÍDOS
La otorrinonaringóloga, Stella Maris Cuevas, habló acerca de los cuidados de la audición y brindó las estadísticas de la OMS.
La música alta en lugares cerrados como boliches y demás, generó problemas auditivos en las personas. Desde la Organización Mundial de la Salud, señalaron que el 40% de la población de entre 12 y 35 años de los países de ingresos medios, 5% si hablamos a nivel mundial, padece este tipo de cuestiones. Además, aconseja que el volumen medio sea de 100 decibelios. Para hablar más acerca del tema, Stella Maris Cuevas fue entrevistada en un medio radial.
«Los periodistas son el mejor ejemplo de esto, porque están todo el día con la cucaracha, en un lugar cerrado. Muchas veces, están hablando a un volumen más alto porque capaz que alguno de ustedes no está escuchando a los decibeles que tiene que escuchar. Capaz van al corte y viene la música de golpe. Lo normal es escuchar a 50 decibelios, cuando uno escucha a 70, ya el oído empieza a molestarte. Y, aproximadamente, a los 90 empiezan a aparecer los daños. De hecho, fíjate que una moto puede andar en la calle a 110 decibelios, y un avión despega a 130. Hay una contaminación acústica, que no está del todo visibilizada, por eso tratamos de hacerlo. La OMS prevé que para el 2050, 2.500 millones de personas tendrán esta alteración», dijo en Radio Búnker 94.9, en el «Tanke de Búnker» (lunes a viernes, de 10 a 13hs).
«En esta pandemia, muchos empezamos a trabajar desde casa con el Zoom, las vídeo llamadas y utilizando más los auriculares. Primero, no todos los auriculares están adaptados para todas las orejas, cada uno tiene un conducto auditivo diferente. Hay que buscar un auricular que tenga una almohadilla y que sea el que necesitamos. Después hay que usarlo a los decibelios que deben ser. Cuando uno va sentado en el colectivo al lado de una persona que está utilizando su celular y escuchando música y escucha lo que está escuchando esa persona, quiere decir que algo está mal. Eso puede causar daños irreversibles. Por ejemplo, cuando estás en un boliche, los decibelios no son los que la ley dice, nadie cumple. Me ha pasado de tener chicos que fueron por primera vez a un boliche y terminaron con traumoacústico, de golpe apareció el sonido y dañó las células. El oído interno, encargado de la audición y equilibrio, tiene células que son neuronas, y eso es irreversible. Por eso, tenemos que promover el cuidar nuestros oídos», agregó.
Cuevas remarcó dos casos sobre los problemas auditivos: «Vos pasas por las calles y ves que los bares tienen la música muy alta, incluso se puede agregar a los niños que están con sus tablet y auriculares. El otro caso son los adultos mayores que, fisiológicamente todos vamos perdiendo la audición, así como también la vista u olfato. A partir de los 60 años, el oído no discrimina, capaz en una reunión familiar se siente sólo el murmullo».
Luego, señaló que estas problemáticas necesitan difusión: «Uno de cada cinco recién nacidos, tienen problemas de audición. Hay una falta de concientización, falta la difusión. El olfato está infravalorado, nadie lo tiene en cuenta, es subestimado, hoy tiene protagonismo, pero mira lo que tuvo que pasar para que lo tenga».
La otorrinonaringóloga advirtió que hay una patología en crecimiento, y volvió a insistir en el cuidado de los oídos: «Hay una patología que está incrementando mucho, es el neurinoma del acústico. Es un tumor benigno del nervio acústico, es el octavo par craneal, que se cree que es por el uso del celular. Lo que tratamos de promover, es que se use en altavoz, y que no se use como alarma. Es mejor apagar y se ponga en modo avión. Hay algunos tumores que empiezan con hipoacusia, todo está en el oído interno».
«Tuve casos que, por situaciones de estrés, pierden la audición de un día para el otro. Eso se llama hipoacusia súbita, es una emergencia dentro de la especialidad. Hay pacientes que lograron recuperar, y al poco tiempo hacen otra hipoacusia en el otro oído», subrayó.
Al ser consultado por si ve la prohibición de los auriculares en un futuro, expresó: «No creo que la ley se cumpla, de hecho hay leyes para los boliches que no se cumplen. Mi casa está cerca de la Costanera, donde hay un boliche, y tiembla. La ley no se cumple».
Por último, se refirió a la «educación» del oído: «Es cuestión de conciencia, escuchar lo que se difunde, y saber que te puede pasar. Pasar por alguna lesión, no está bueno».
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