DÍA MUNDIAL DE LAS PERSONAS CON SÍNDROME DE DOWN
Walter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto de la Provincia de Buenos Aires, se refirió a la inclusión y los derechos de las personas con Síndrome de Down.
En el marco del Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down, el Observatorio de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, se sumó a la campaña «Inclusión Significa» e informó que en Argentina hay avances en cuanto a los derechos y reconocimientos, pero que aún se debe seguir trabajando. En las últimas horas, se compartieron estadísticas donde se indica que en nuestro país el 66% de las personas con síndrome de down son niños y niñas, el 48% son mayores de 12 años que no ingresaron al secundario y el 85% de las personas se encuentra fuera del mercado laboral. Para hablar más del tema, Walter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto de la Provincia de Buenos Aires, fue entrevistado en un medio radial.
«Si bien avanzamos muchísimo en las últimas décadas, respecto a todo lo que tenga que ver con los derechos de las personas con discapacidad, más allá de alguna eventual quita de pensión en el gobierno anterior, que se pudo solucionar. Hoy nos encontramos ante un panorama donde se aprovecha para hacer hincapié en la inclusión de las personas con síndrome de down. En ese contexto, es importante resaltar que solamente el 66% de ellas tienen certificado de discapacidad, 1 de cada 3 no lo tienen, lo que les imposibilita de alguna manera acceder a todos los beneficios que la ley les otorga. Que el 85% de ellos, a pesar de estar en condiciones por haber concurrido a talleres laborales, no puede ingresar al mercado laboral. Y que, casi el 15% de las personas con síndrome de down, no tienen cobertura asistencial. En esta fecha, queríamos realizar una reflexión para que sepan lo que nos está faltando», explicó en Radio Búnker 94.9, en el «Tanke de Búnker» (lunes a viernes, de 10 a 13hs).
La falta de un certificado de discapacidad: «Hay varios factores. En general, tiene que ver muchas veces con personas con síndrome de down que viven en los sectores más vulnerables, a los que menos les llega la información. En segundo lugar, es porque hay una cuestión cultural que, por suerte se ha ido desvaneciendo, y es la no aceptación de tramitar el certificado, algunos padres creen que los estigmatizan. Y la tercera, es que el Estado no tiene las estadísticas suficientes para determinar el número concreto de personas con esta patología. En el censo que se hace ahora, no se incluyó una pregunta específica de si hay una persona en el hogar con síndrome de down. De hecho, la Asociación de Síndrome de Down de la República Argentina, lo viene reclamando y generando sus propios datos. Pero, sería bueno conformar datos oficiales para que después el Estado tenga las herramienta, a través del desarrollo social de cada municipio, para verificar esa dirección y brindar el certificado. Para las personas con estas limitaciones, es una documentación importante como el DNI», remarcó.
«No le hicimos llegar el reclamo del censo al INDEC porque es una entidad nacional. Nosotros somos la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, no tendríamos la competencia. Si acompañamos la campaña que hace la ASDRA, y les pedimos a las personas que ingresen a la página si saben de algún caso», dijo al responder sobre si le acercaron el reclamo de incluir las preguntas al INDEC.
El certificado requiere una renovación en un período determinado, muchas veces se presentan dificultades, y sobre esto Martello recordó un proyecto de ley cuando ocupó el lugar de Diputado Provincial: «Presenté un proyecto de ley para que aquellas patologías que eran irreversibles, no haya una necesidad de renovarlo cada diez años. No tiene sentido obligarlos a volver a pasar por esa situación, genera estrés».
«Es una de las razones por las que no hay certificados. Pero los certificados habilitan una serie de beneficios, la cobertura al cien por ciento de la medicación, de todo lo que tenga que ver con participar en talleres, etc», completó.
«Más allá de los gobiernos, no se potencia la legislación vigente. La Argentina tiene leyes con respecto a las personas con discapacidad, lo que falta es la aplicación», destacó sobre las leyes.
«Hay que tratar de visibilizar el problema. Falta eso, y la comprensión de lo que significa una persona con discapacidad en el seno familiar. No sólo es la situación de la persona que padece alguna discapacidad, sino de todos. Muchas veces están solos y deben lidiar con certificados, obras sociales», agregó.
El cupo del mercado laboral: «Hay un prejuicio desde los empleadores. Se los sigue considerando diferentes, en el sentido de inferioridad. No es así en todos los casos. Obviamente que tienen limitaciones, pero hay muchísimos jóvenes y adultos con síndrome de down que pueden realizar tareas concretas. No entienden lo que es la patología», concluyó.
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