La historia de nunca acabar: ¿sirve o no controlar los precios?
Rafael Klejzer, referente del Movimiento Popular La Dignidad, se refirió a la utilidad de los diferentes programas.
A pesar de la creación de programas como Precios Justos, la inflación alcanzó casi un 100% en 2022 y la población denuncia los aumentos semana tras semana. Rafael Klejzer, referente de Movimiento Popular La Dignidad, opinó qué tan útil son los controles de precios y cuál es la solución para evitar la suba del valor de los productos. Por otra parte, analizó la gestión del Frente de Todos, también pidió por la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner.
«No sirve una economía de producción y comercialización de alimentos concentrada y extranjerizada, como la que tenemos ahora. Hoy, 20 empresas de alimentos producen casi el 80% de lo que comemos en Argentina. Y toda empresa tiene que ganar plata. Ahora, si son extranjeras, tienen que mandar dólares a su casa matriz», explicó al ser consultado en Radio Búnker 94.9, en el «Tanke de Búnker» (lunes a viernes, de 10 a 13hs), por la utilidad de los controles de precios.
«La discusión de fondo, por qué aumentan las cosas en Argentina, es la disputa que tiene el Estado con las empresas extranjeras por los dólares que necesitan para mandar a sus casas matrices, de la superganancia que están teniendo. La discusión es, si es el dólar oficial o ilegal, en dónde se hacen esos dólares. En esa disputa, le marcan la cancha al gobierno con la inflación. El problema es que tienen de rehén a la mesa de los argentinos», agregó.
Klejzer se refirió a las leyes antimonopolio de Norteamérica y Europa: «Primero hay que entender que el alimento es un derecho social, no una mercancía. Las posiciones dominantes dentro del mercado son sancionadas, penadas y no se pueden hacer en muchos países del mundo, sobre todo en América del Norte y Europa. Por ejemplo, Carrefour no puede hacer en París lo que hace en Buenos Aires, porque hay una ley que protege al pequeño comerciante. Hay una política de desconcentración. Y en Estados Unidos hay una comisión antimonopolio», destacó.
Con respecto a programas como Precios Cuidados o Precios Justos, advirtió: «No sirve, no termina cumpliéndose. No es federal, no llega a las provincias, a los barrios. Es un engaño, te desabastecen y te bajan el peso. Una marca famosa de azúcar ya no es de 1 kilo, son 870 gramos, pero te lo venden como 1 kilo».
«El acuerdo de precios es excepcional y transicional, es por un tiempo. Hay que acordar, porque cuando termina el acuerdo va a haber cosas nuevas. Y si no quieren acordar, ley de abastecimiento y se terminó. No hay batería de ideas para desconcentrar el mercado, federalizarlo, armar más mercados centrales, ver la logística para bajar los costos», señaló.
El dirigente, manifestó que «falta decisión política» para transformar la producción local: «En la medida que 20 empresas sean las únicas que producen el alimento en Argentina, estamos atados a las decisiones de ellos. Hoy, las empresas tienen más poder que la Secretaría de Comercio, eso hay que transformarlo».
El plan de 40 plantas lácteas: «Fue una iniciativa cuando fui funcionario, y me negaron este programa. Planteamos una empresa nacional de alimentos, y en la práctica planteamos que los Estados Municipales intervengan en el 10% del sachetamiento de leche fluida, por día. Pero esta suerte de funcionarios vencidos, no quisieron y le dieron de baja», explicó.
