lunes, noviembre 25, 2024
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Con cuatro acusados, comenzó el segundo juicio por el caso Candela: “Sólo quiero justicia”

Lo dijo Carola Labrador, mamá de la nena de 11 años asesinada en 2011. Se juzga, entre otros, al narco “Mameluco” Villalba.

A más de doce años del trágico crimen de Candela Sol Rodríguez, la niña de once años secuestrada y asesinada en Villa Tesei, partido de Hurlingham, la Justicia dio inicio a un nuevo juicio oral.

En esta ocasión, los acusados que enfrentarán el banquillo son un capo narco, un expolicía bonaerense, un informante de las fuerzas de seguridad y un carpintero. Este será el segundo juicio por el secuestro y asesinato ocurrido en agosto de 2011.

El Tribunal Oral Criminal (TOC) 6 de Morón será el encargado de llevar a cabo el juicio, siendo el único de los acusados que se presentará en prisión Miguel Ángel “Mameluco” Villalba, un narcotraficante de 61 años cumpliendo condena en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza por 27 años.

Según la acusación del fiscal Mario Ferrario, “Mameluco” Villalba, junto con el “buchón” Héctor Horacio “Topo” Moreira, el expolicía bonaerense Sergio Fabián Chazarreta y el carpintero Néstor Ramón Altamirano, fueron “coautores” de la “privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte” de Candela.

El nuevo debate inició con la lectura de la elevación a juicio en los tribunales de Morón, con diez audiencias programadas y la participación de cien testigos. La madre de la niña, Carola Labrador, fue la primera en declarar, teniendo la oportunidad de enfrentar a los acusados, incluyendo a “Mameluco”, quien será trasladado diariamente desde el penal a los tribunales para participar en el juicio.

En agosto de 2017, la Justicia ya había condenado a prisión perpetua a Hugo Bermúdez y Leonardo Jara por el mismo crimen, mientras que Fabián Gómez recibió una pena de cuatro años como “partícipe secundario” de la “privación ilegal de la libertad” de la niña.

“SÓLO QUIERO JUSTICIA”, DIJO LA MAMÁ DE CANDELA

Carola Labrador, mamá de Candela Sol Rodríguez, declaró este martes por el crimen de su hija a 13 años y pidió Justicia por ella.

“Hace 13 años que busco justicia por ella, sólo quiero Justicia, que los culpables paguen”, dijo entre llantos la mamá de la niña de 11 años, secuestrada el 22 de agosto de 2011 y quien fue encontrada sin vida y con signos de haber sido abusada siete días más tarde.

La mamá recordó cuando que desapareció Candela ella tenía un teléfono que “sólo sacaba fotos” pero “sin línea” y que cuando ella fue a la comisaría a realizar la denuncia no se la tomaron, hasta que a las “diez de la noche” del 22 de agosto salió con un policía en un auto de civil a buscarla.

“Mameluco” Villalba. Foto: Luciano Thieberger 

“Esos nueve días para mí fueron 200 días, me llevaban a campos a recorrer, a granjas, a un basural o reconocer su ropa”, recordó de esos días la mamá.

Según Carola, durante esa búsqueda también sufrió amenazas por parte del entonces fiscal del caso Marcelo Tavolaro y su secretaria: “Me decían que yo vendía drogas, que lo de Candela era un ajuste de cuentas por su papá, que yo era prostituía”.

El 31 de agosto -recordó- la fue a buscar en un móvil policial el entonces jefe de la Policía Bonaerense Juan Carlos Paggi y le ofreció un caramelo: “Es para endulzar un poco la tarde, se encontró un cuerpo pero no creo sea ella”, le dijo.

ASÍ FUE EL CRIMEN

Cerca de las 15.30 del domingo 22 de agosto de 2011, en la esquina de la casa en la que vivía en Villa Tesei, partido de Hurlingham, Candela Rodríguez fue secuestrada cuando salió para reunirse con amigas de su grupo boy scout.

Al menos tres personas la subieron a la fuerza a una camioneta Ford Ecosport negra, cuya patente estaba cubierta, y se la llevaron hasta un domicilio de Loma Hermosa, en el partido de Tres de Febrero.

La madrugada del 29 de agosto, y debido a un allanamiento policial que estaba al caer, fue llevada hasta otra vivienda, ubicada en la calle Kiernan de Villa Tesei. De acuerdo a lo que se pudo determinar en el primer juicio, entre la noche de ese día y la mañana del 30, fue abusada y asfixiada por los ya condenados a perpetua (en otra causa) Bermúdez y Jara.