[Video] Paco Olveira: “Me duele más el alma que el cuerpo”
El cura en Opción por los Pobres fue gaseado por la Policía Federal este miércoles en la habitual marcha de los jubilados frente al Congreso. La semana pasada, Olveira también fue víctima de la violencia policial y estuvo demorado cerca de media hora.
El padre Paco Olveira, integrante del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, relató en la AM 750 la violencia institucional que sufrió este miércoles en la marcha de los jubilados por parte de la Policía Federal y aseguró que le “duele más el alma que el cuerpo” aunque “el gas pimienta hace mucho daño”.
“Fui a la mañana al hospital porque no pasé buena noche y me dieron paliativos. Bicho malo nunca muere, y el miércoles que viene estaremos de vuelta, y lo importante es la situación de los jubilados y cómo este Gobierno reprime de una forma además de ilegal, inhumana”, advirtió.
Consultado al respecto si las fuerzas de seguridad lo reconocieron, el sacerdote respondió de forma afirmativa, pero aclaró que “también son muy discrecionales”. “Primero te golpean, te agarran, te detienen y después te sueltan. Sin embargo, a otros compañeros en la misma situación se los llevan presos. Hay que llevarse a algunos para disciplinar, domar, pero saben que se les armaría más quilombo si se llevan a un cura”, sostuvo.
El padre Paco Olveira otra vez honrando el legado de Francisco. Fue a organizar un rezo con los jubilados y las fuerzas represivas de Bullrich lo cagó a palos otra vez.
— M (@MConurbasic) May 14, 2025
QUE GOBIERNO DE MIERDA pic.twitter.com/k6eK9gp2vY
Según Olveira, el hecho que suscitó la represión por parte de la Policía Federal fue que él, entre otros párrocos, iban a hacer en la vereda del anexo del Congreso “una oración ecuménica, no íbamos a violar el protocolo”. “El protocolo lo violó Bullrich porque valló todo el Congreso”, enfatizó.
“Ellos tienen que prohibir la protesta que es lo que hace la dictadura y además les debe sumar algunos puntos para su núcleo duro”, agregó.
“Los jubilados están haciendo lo que yo llamo la revolución de las veredas porque son la punta del iceberg. Yo tengo cagazo, pero el tema es que el miedo no nos paralice. Lo que buscan son formas de disciplinamiento”, cerró.