viernes, noviembre 22, 2024
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UNA MUJER CONDUCIRÁ LA ESCUELA DE CADETES DEL SERVICIO PENITENCIARIO BONAERENSE

La prefecta María José Anaya ya está al frente del Instituto donde se forman los futuros oficiales. Este año se alcanzó una matrícula récord de 1733 aspirantes.

Una mujer se convirtió en la primera directora de la Escuela de Cadetes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) en un hecho histórico en la Provincia.

Se trata de la prefecta del Escalafón General María José Anaya, de 40 años, oriunda de Junín y la que vive en La Plata desde que inició su carrera profesional.

Con el aval del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Anaya se transformó en la primera mujer en conducir al Instituto Superior de Formación y Capacitación Penitenciaria N° 6001 “Inspector General Baltasar Armando Iramain”, el cual tiene una matrícula récord de 1.733 alumnos que se preparan como futuros oficiales para cubrir los cargos dentro del Plan de Infraestructura Penitenciaria 2022 – 2023.

Anaya está casada, tiene tres hijos y vive en la localidad de Lisandro Olmos. Su esposo es oficial penitenciario y cumple funciones en la Unidad 26 del SPB. Los padres de la flamante directora de la Escuela de Cadetes son oficiales retirados del SPB, y las dos hermanas también pertenecen a la fuerza.

Cabe reseñar que María José ingresó como estudiante a la Escuela de Cadetes en el año 2003 y en 2005 obtuvo la tecnicatura superior en Seguridad y Tratamiento.

Anaya recuerda sus comienzos en la Escuela de Cadetes con cariño y resaltó que su madre, Liliana Uhalt, formó parte de la primera promoción de oficiales femeninas del SPB.

Con más de 19 años de servicio, Anaya detalló: “En los últimos once años cumplí funciones en la Escuela de Cadetes y he pasado por casi todos los roles: instructora, jefa de la compañía femenina, jefa de sumario, secretaria docente, regente de formación y subdirectora de formación”.

“Siento una fuerte emoción ante esta designación. Cuando me hicieron el desafío pensé en mi primer día en la Escuela de Cadetes, de lo lejano que veía tener un cargo de responsabilidad”, agregó.
Acto seguido, recalcó: “siempre me gustó la formación. La Escuela de Cadetes del SPB cumple una función social muy importante. Recibimos a jóvenes de entre 17 y 24 años que vienen a proyectar un futuro y les damos las herramientas necesarias con la enseñanza de valores y un ejemplo a seguir”.

“La Escuela de Cadetes transforma a los jóvenes. Los padres nos suelen decir que sus hijos e hijas manifiestan con hechos su crecimiento como personas, y eso a las autoridades nos gratifica”, completó.