viernes, noviembre 22, 2024
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Marcelo Hacklander: «esto es un deja vú de los ’90»

El integrante del Instituto Nacional de la Yerba Mate, comparó el conflicto actual con lo sucedido en los noventa y recordó los famosos «tractorazos». Por otra parte, señaló que el DNU le quitó la potestad de fijar precios a la institución.

Misiones está atravesada por el conflicto con diferentes sectores de la sociedad, a los que ahora se sumaron los yerbateros, quienes marcharon hasta Posadas. El sector, que separó su reclamo de los docentes, personal de salud y policías, señaló que busca que se le devuelva la potestad al Instituto Nacional de la Yerba Mate para fijar los precios. Marcelo Hacklander, integrante del mismo, dijo que la situación actual con el gobierno nacional es «como un deja vú de los ’90». En relación a esa época, recordó que todo se solucionó luego de los «tractorazos». Por otra parte, contó cómo funciona hoy la institución y remarcó que el DNU los deja en una posición «muy compleja».

«Hay gente que ya está en Posadas, hay un grupo que vino a charlar con nosotros en el Instituto Nacional de la Yerba Mate y manifestar su apoyo. Estamos esperando más gente que está viniendo del interior para dar su apoyo al instituto, porque realmente después del DNU quedamos en una situación muy compleja. Nos deja en una situación de extrema debilidad y vulnerabilidad ante los grandes poderes de la economía», dijo en diálogo con Radio Búnker 94.9, en «El Tanke de Búnker».

«Con el DNU, el instituto perdió esa potestad de fijar los precios de la yerba mate, fue uno de los artículos derogados de una ley que nos daba esa facultad. Nosotros hicimos presentaciones de amparos judiciales, por medio de la Asociación de Productores, y acá la justicia federal nos dio la razón. También , se presentaron cautelares para pedir la restitución de las retribuciones del instituto, y principalmente que se trabaje en los controles de la yerba mate que autorizó el gobierno a ingresar al país», señaló.

Hacklander contó cómo se encuentra el instituto hoy: «Desde el directorio, principalmente en las partes más afectadas, que somos la producción, trabajadores rurales, secaderos y las cooperativas, estamos trabajando y apostando a que no se perdió, porque el resto de las funciones las venimos llevando adelante. Tenemos el apoyo del gobierno provincial. No como era antes, pero con mucho cuidado en el sentido de no meter la pata. No vamos a dejar por caído por el decreto del gobierno», aseguró.

¿Se vio anteriormente una organización sectorial para reclamar por sus salarios?: «Nuestro sector, después de los años noventa y principios de los 2000. hicimos varias movilizaciones importantes, los tractorazos. Donde pedimos la vuelta de una institución que nos ampare como productores, pequeñas cooperativas y secaderos», recordó.

«Fue algo muy parecido a lo que está pasando ahora. En el año ’92, cuando se eliminó la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM), que era el amparo para los pequeños productores y secaderos, pasamos diez años sin eso y estábamos librados al mercado, sin ningún tipo de precio base. No conozco ningún producto a nivel mundial que no tenga un precio de base para su comercialización, hoy estamos en cero con la yerba mate. Eso es muy peligroso», agregó.

Cómo se solucionó aquel conflicto: «Entre el 2001 y 2002, mediante los tractorazos fuimos golpeando las puertas de los políticos, que en el último de los casos nos atendieron Terminamos armando y presentando un proyecto de ley al Congreso, donde se aprueba la Ley 25.564. Fue la única manera que tuvimos para volver a estar organizados y tener una protección. En este caso, es la misma historia, es como un deja vú de los ’90. No vamos a tener que convencerlos, sino exigirles a nuestros Diputados Nacionales que trabajan para dar de baja al DNU», concluyó.

«Realmente se torna complicado un mercado liberado para nosotros. Somos 13.500 productores, que entregamos la materia prima producida a 250 secaderos. Y eso nos pone en una posición muy compleja. Después los secaderos le venden a menos cantidad de industrias, son alrededor de 120 las que lo elaboran al paquete y los ponen en góndolas. Se va armando un cuello de botella donde los más perjudicados somos siempre los productores y empleados rurales, que tenemos que proteger», detalló.

Con respecto a los sectores que protestan contra el gobierno provincial, aclaró: «La idea de los productores es ir a donde corresponda, y acá el reclamo principal es sobre el gobierno nacional, que tiene que tomar la decisión correcta. Ellos tomaron una decisión sin consultar, favoreciendo a una parte de la cadena sin darnos la posibilidad de tener ese momento de replica».