martes, julio 2, 2024
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Emocionante: lo operaron en el hospital René Favaloro de La Matanza y volvió a caminar

El equipo médico le extirpó un tumor de la columna vertebral a un paciente de 72 años que había ingresado en silla de ruedas. A los cinco días salió a pie, sin dolor ni secuelas.

Por primera vez, el hospital René Favaloro de La Matanza, le realizó a un paciente matancero de 72 años, la extracción de un tumor en la zona baja de la columna vertebral, un cuadro muy doloroso que le impedía movilizarse.

Cuando Orlando, el paciente, entró al nuevo hospital de Rafael Castillo ya no caminaba. Tenía tanto dolor lumbar que le era imposible sostenerse sobre sus piernas. Ingresó en silla de ruedas y nunca imaginó que cinco días más tarde se iría caminando, sin dolor, sin tumor y que, en apenas unas semanas, jugaría al tenis de mesa, su gran pasión, con uno de los neurocirujanos que lo operó.

“El paciente que motivó esta intervención tiene 72 años y llegó con lo que se conoce como lumbociatalgia, un cuadro con dolor de alta intensidad en ambos miembros inferiores, que no respondía a ningún tratamiento con analgésicos vía oral”, detalló uno de los médicos neurocirujanos que participó de la cirugía, Pablo Lehrner.

Tras una serie de estudios, fue diagnosticado con un posible “neurinoma benigno de la cola de caballo”, es decir, un tumor del tamaño de una nuez de Pecan que se ubicaba en las raíces nerviosas que bajan por dentro del canal raquídeo desde la médula espinal, a la altura del hueso sacro.

Con todo, el equipo encabezado por los neurocirujanos Lehrner y Alejandro Galati realizaron, en el mes de marzo, la intervención que se prolongó por más de cuatro horas, y lograron extraerle el tumor sin necesidad de cortar ninguna raíz nerviosa.

“La cirugía tuvo muy buena respuesta, no hubo complicaciones en el post operatorio y Orlando fue dado de alta cinco días después de la intervención”, contó Lehrner y destacó que el hombre se retiró del hospital Favaloro caminando, sin ningún tipo de molestia ni dolor. “Como es el papá de una médica colega del hospital, supe que era un gran competidor de tenis de mesa, así que ni bien se repuso lo llamé y acordamos una partida juntos”, comentó el neurocirujano.