Además del dengue, ¿cuál es el riesgo de la fiebre oropouche?
La infectóloga Elena Obieta advirtió sobre este nueva enfermedad que tiene síntomas similares al dengue. Por otra parte, contó cómo se encuentra Argentina en relación a la viruela del mono.
En las últimas horas se dio un cruce entre el gobierno nacional y provincial respecto al dengue, el cual generó el debate sobre cómo llegamos al verano con esta situación. Sin embargo, la infectóloga Elena Obieta advirtió que esta enfermedad no es el único enemigo, ya que también habrá que tener cuidados con la fiebre oropouche. La profesional de la salud explicó que la mismo proviene de los jejenes, y que los síntomas son similares al dengue. Además, informó que hay provincias donde se haya el vector, aunque sin casos autóctonos. Por otra parte, se refirió a la viruela del mono y explicó que existen dos variantes.
«Estaría bueno que hablemos del dengue todo el año, no en noviembre cuando hace calor o tenemos mosquitos. Porque el momento de ocuparse, es ahora, erradicando cada uno de los criaderos de mosquitos. Cada uno es responsable porque el mosquito es domiciliario, dormimos con el enemigo», indicó en entrevista con «El Tanke de Búnker», programa de Radio Búnker 94.9.
La fiebre oropouche: «No hay que perder de vista que, la Organización Panamericana de la Salud, también nos alerta respecto de la fiebre oropouche. Es una enfermedad viral, clínica, parecida al dengue y la transmiten los jejenes, o algunos moquitos tipo culex. Ellos depositan los huevos en el barro, estiércol, superficies húmedas, huecos de los árboles», advirtió.
«La Universidad de La Plata hizo como un censo de estos jejenes. Provincias como Mendoza, Córdoba, Salta, Jujuy, Misiones, Corrientes, tienen este vector. Lo que pasa, es que todavía no tenemos casos autóctonos en la Argentina. Por ejemplo, si un señor viene de vacaciones de Santa Catarina y tiene fiebre acá, tenemos que estar alerta los médicos de que puede llegar a tener dengue o fiebre oropouche. Y si a ese paciente con fiebre lo picara un jején, ahí sí empieza la cadena y tendríamos casos autóctonos», explicó Obieta.
Cómo se cursa la enfermedad: «Es muy parecido al dengue. Es más, muchos casos de dengue el año pasado pueden haber sido fiebre oropouche, en países como Brasil, Ecuador, Perú, Venezuela, que ya notificaron casos. Los síntomas son mucho dolor de cabeza, fiebre, dolores musculares y articulares, en algunos casos puede dar meningitis. También puede complicar a las embarazadas. Los síntomas pueden durar entre dos y tres semanas», detalló.
La vacunación contra el dengue: «La Organización Panamericana de la Salud dice, si uno va a hacer vacuna en un país, región o provincia, tiene que ser bajo un esquema programático. Es decir, yo decido vacunar a todos los jóvenes entre 16 y 26 años que tuvieron dengue en temporadas anteriores. No solamente se los vacuna, son dos dosis con un intervalo de tres meses, y que recién al mes de la segunda dosis empezás a tener protección. Después a esas personas hay que seguirlas a lo largo del tiempo, para ver como se defienden durante cuatro o cinco años de formas graves de dengue», dijo.
«Las jurisdicciones que adquirieron vacunas, lo hicieron sabiendo que iban a hacer la vacunación en este marco. Es cierto que no es gratuita en este momento, salvo en estas condiciones que digo de determinadas jurisdicciones. Una persona de 30 años, que le gusta irse de vacaciones todos los años, puede ir a un vacunatorio privado o farmacia para aplicarse las dos dosis», aclaró.
La viruela del mono en Argentina: «Desde el 1 de enero de 2024, se llevan notificados ocho casos, antes de que viniera el buque. En el 2022 tuvimos alrededor de 1.030 casos, y en 2023 bajó a 125. Lo que si se sabe, es que en Argentina hemos tenido circulación del clado 2, el clado 1 es el que se conoce históricamente desde 1970 y circula en África Central. El que tenemos en Argentina es de transmisión sexual», explicó.
«Está bueno que tengamos la alerta epidemiológico, porque de esa manera, el tripulante se queda aislado y sus convivientes deberán ser examinados para que no haya síntomas, porque sino ahí sí el desparramo es fenomenal. Ojalá no tengamos el 1B, que es el que está en Nigeria, Congo, entre otros, y tiene una mortalidad un poco más alta», concluyó.