viernes, octubre 18, 2024
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La historia de Candela Solis Zampini: es oriunda de Haedo, trabaja en la NASA y será la primera astrobióloga del país

La joven de 22 años está haciendo una pasantía en la empresa Star Trek, que se dedica a la exploración y divulgación espacial.

Candela Solis Zampini tiene 22 años, es oriunda de la localidad de Haedo, partido de Morón, trabaja en la NASA y está a pocos meses de convertirse en la primera argentina astrobióloga.

En diálogo con Billiken, dijo que desde chica está interesada por la ciencia. “Hacía experimentos, tenía un microscopio y mezclaba todo”. Es por eso que, tras querer aprender sobre el espacio y entender cómo funciona el planeta Tierra, decidió estudiar astrobiología, una carrera que solo dicta el Florida Institute of Technology (FIT), en Estados Unidos.

En la actualidad, está haciendo una pasantía en la empresa Star Trek, que se dedica a la exploración y divulgación espacial. Está ubicada en el Centro Espacial Kennedy, que pertenece a la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio).

Cuando terminó el secundario, se inscribió en Medicina y una serie de eventos la llevaron a cambiar su trayectoria: la pandemia, que impuso el dictado de clases virtuales, y la posterior mudanza con su familia a Estados Unidos.

Como la biología y el espacio eran sus campos de estudio preferidos, luego de mucho esfuerzo y trabajo ingresó en la carrera de Astrobiología, donde inició su formación en 2021. Con el tiempo, logró anotarse a un campamento estudiantil que ofrecía la NASA en el Centro Espacial Houston.

A los dos años, luego de postularse a distintas pasantías y trabajos, ingresó en la empresa Star Trek para ser parte de sus proyectos educativos. Allí, Solis Zampini contó que organizan campamentos para niños, donde les enseñan sobre cohetes, robótica y programación.

La futura astrobióloga se centra en armar robots, siempre con el foco en explicarles a los niños cómo funcionan y ayudarlos a programar. Además, comparte un desafío junto a sus compañeros: el de confeccionar un robot subacuático, del cual ella se encarga de diseñar la estructura.

Ahora, le quedan algunos meses para recibirse de astrobióloga y ser la primera argentina en conseguir el título. Su experiencia a lo largo de los años le permitió explorar y conocer más sobre el campo que le apasiona desde siempre, así como vislumbrar futuras posibilidades de trabajo.