lunes, diciembre 9, 2024
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«Es un despropósito inconstitucional»

Eduardo Barcesat, abogado constitucionalista, opinó sobre el posible nombramiento por decreto de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para integrar la Corte Suprema. «Será otro acto de prepotencia institucional y destrucción del Estado de derecho», señaló.

Ante la falta de consenso en el Senado de la Nación, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, dijo que existe la posibilidad de que se nombre por decreto como nuevos integrantes de la Corte Suprema a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. Es por eso que el abogado constitucionalista, Eduardo Barcesat, calificó esta acción como «un despropósito inconstitucional». Para el letrado, «el Presidente tendría que buscar dos candidatos que no merezcan objeciones», proponiendo jueces de la Cámara Federal de Casación. Sin embargo, planteó que esto no sucederá y «vamos a tener un conflicto constitucional».

«Es un despropósito inconstitucional, porque esto ya se vivió durante el macrismo. Se intentó y se paró la maniobra por la actitud principista de Lorenzetti, de no tomarle juramento si no venían con el acuerdo del Senado de la Nación. Y señalando asimismo, que el procedimiento para la designación de los Ministros de la Corte Suprema de Justicia está claramente establecido en la Constitución Nacional, no se trata de cargos administrativos, que pueden admitir un nombramiento en comisión. Estos son nombramientos de Ministros de la Corte, y requieren inexorablemente como requisito de validez del acto jurídico, la aprobación del Senado del pliego de ambos candidatos. De manera que si lo hace, será otro acto de la prepotencia institucional y destrucción del Estado de derecho», sostuvo en diálogo con el programa «El Tanke de Búnker», en Radio Búnker 94.9.

«Estamos en una situación donde el gobierno quiere tener acólitos, sumisos, que respondan a sus directivas. Por lo tanto, no se preocupan por la calidad de antecedentes académicos, profesionales, o desempeño judicial. Creo que esto es lo que desmerece la institucionalidad, y es un paso más de la situación de anomia que provocan», agregó Barcesat.

«El Presidente de la Nación tendría que buscar dos candidatos que no merezcan objeciones, ni por sus antecedentes académicos y profesionales, y que puedan tener la jerarquía para cumplir con su rol. Uno de ellos es casi un desconocido, el otro tiene varios cuestionamientos. Sinceramente, si se tuviera que pensar en un penalista destacado por actuación profesional o judicial, y por labor académico, sería algún camarista de la Cámara Federal de Casación Penal de la Nación, no un juez de primera instancia», consideró sobre la elección de los nuevos integrantes de la Corte. Pero en la misma línea planteó que «no van a seleccionar otros dos candidatos que reúnan estos requisitos y vamos a tener un conflicto institucional».

La justicia de la Argentina: «Yo creo que lo único bueno de este gobierno, es lo que no sucede. Todo lo que sucede es para mal. Y esta es la mejor síntesis que pueda encontrar», reflexionó.