«El Alma no Come Vidrio»: el mundo del encierro y la locura
Se trata de una obra de teatro, dirigida por Daniela Catz, que trata el mundo de la salud mental y reflexiona sobre si «los llamados locos están más sanos que quienes se encuentran afuera».
Los viernes a las 23:30hs, en Timbre 4, se lleva a cabo una obra de teatro llamada «El Alma no Come Vidrio». Su directora, Daniela Catz, detalló que se trata de la historia de una médica psiquiátrica que busca ayuda en un poeta debido a la violencia, hambre y olvido que sufren los pacientes. Además, remarcó que se plantea si «los que están adentro del psiquiátrico están más sanos que los que están afuera». Por otra parte, se refirió a cómo se sostiene un elenco de teatro independiente.
«Esta obra es de Vicente Zito Lema, que es un poeta argentino, falleció en 2020, 2021. Él era periodista, investigador, poeta, escritor y dramaturgo. Hizo estudios e investigaciones sobre lo que tiene que ver con el encierro, la locura, él rescato a Jacobo Fijman del Borda. La obra trata un poco de eso, el mundo del encierro y hospital psiquiátrico, quiénes son los que están adentro y afuera. Y si es posible que tal vez los que están adentro estén un poco más sanos que los de afuera», explicó en Radio Búnker 94.9, en el programa «El Tanke de Búnker».
«Es poner un poco en lo que es la enfermedad mental, en que no siempre el llamado ‘loco’ es una persona que está fuera de sí o de una realidad, sino que está en una realidad propia o paralela. Él lo hace desde la poesía, trata de una médica psiquiátrica que busca en el poeta que va a venir a visitarla en el loquero, la manera de encontrar la belleza dentro de ese espacio. Ese espacio es hostil, con gente que tiene muchas dificultades en su forma de expresarse», agregó.

Cómo se mantiene una obra de teatro con 20 personas en el elenco y en tiempos donde la cultura es criticada por el gobierno nacional: «Es muy complicado. Nosotros hacemos teatro independiente, es en cooperativa. El apoyo de todos ustedes, que nos hacen notas o sacan en algún lado, el volanteo de nosotros, hace que esto se vaya nutriendo. Más allá de que quieran matar la cultura y hacer estragos con eso, el teatro resiste y es uno de esos lugares donde la gente quiere ir. Hay algo del convivio, del estar ahí presenciando un hecho único e irrepetible», dijo Catz.
Por último, aclaró que no es la primera vez que dirige una obra y señaló que «yo ya dirigí un par de veces, me gusta mucho eso y la docencia, y el mundo de la actuación. Como estoy trabajando también como actriz en un espectáculo, dije que puede abocarme a dirigir, sobre todo la cantidad de actores».