sábado, mayo 11, 2024
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«Disfruto mucho con la gente que va a verme y me transmiten esa alegría»

Celeste «Chucky» Alaniz, boxeadora campeona del mundo de peso Mosca de la OMB, oriunda de Merlo, analizó la victoria en su último combate y expresó las sensaciones que le deja su público.

Luego de retener el título de campeona mundial de la categoría Mosca de la OMB, venciendo a Débora Rengifo en Midland, Celeste «Chucky» Alaniz analizó la pelea. Además, expresó lo que le transmite su público, contó lo que se viene y con quién sueña medirse en el corto o largo plazo.

«Para los que no conocen mucho, se ve como algo tranquilo ahí arriba del ring, pero atrás de eso hay un largo trabajo, sacrificio, y tiene su resultado. Es duro y largo el camino, pero no imposible», dijo en diálogo con Radio Búnker 94.9, en el «Tanke de Búnker» (lunes a viernes, de 10 a 13hs).

La «Chucky», contó que recibe preguntas y consejos de quienes se inician en el boxeo: «A mí siempre me mandan mensajes y me preguntan, o me piden consejos los que recién empiezan, para controlar los nervios. A mí me encanta darles consejos, es algo que viví cuando arranqué y les puedo contar mi experiencia».

El combate ante Débora Rengifo, contra quien defendió el título: «De mí parte, no tuve nervios para nada. Al contrario, disfruto todo, desde el pesaje, la preparación y todo lo que te va llevando a la pelea. De hecho, pelear en Merlo tiene como un plus, porque está toda tu gente y demás. Lo disfruto con la gente, los que van a verme también disfrutan mucho, y dar esa alegría, porque me la transmiten, no tiene precio. No es que estaba confiad, sino que segura de mi trabajo en el gimnasio. Siempre respeto a la rival», aseguró.

«Yo soy una boxeadora explosiva. Quizás me ven que apenas suena la campana, salgo con todo. Y ahora el plan de pelea era salir más tranquila, relajada, porque me enfrentaba a una rival de experiencia, que capaz podía correr riesgo de un cabezazo, tiraba muchos voleos, lo conveniente era pelearla en distancia. Tenía que pelear tranquila, sin perder la cabeza, porque el nocaut no se busca, viene solo. Lo importante era defender el título y que salga el plan de pelea como lo practicamos con Leandro Ledesma», destacó.

Siguiendo con la pelea, la calificó con la mayor puntuación: «Si, para nosotros fue un diez. Quizás en muchas peleas lo que se me complica es ir como arrebatada, y siempre termino lastimada o con un corte. Eso me pasó en la última pelea. Yo digo un diez porque no tuve nada en la cara, no me cortaron, no me pegaron cabezazos. En ese sentido, avanzamos un poco porque lo practicamos y salieron las cosas», remarcó.

Alaniz, agradeció a Karina y Gustavo Menéndez por la organización del evento: «Es una organización muy grande. Gracias a la intendencia Menéndez, la Secretaría de Deportes, a César Ledesma, que es la cabeza de todo esto, y a toda la gente que se sumó, es que se da todo esto. No es solamente subir al ring a pelear, atrás hay un montón de cuestiones que no se ven en ese momento. Es muy lindo vivir todo esto en mi ciudad».

Su cercanía con el público que la acompaña: «Es lindo bajar del ring y estar con toda la gente. Yo bajo del ring y me quedó en medio de la gente, hasta que no se va la última persona no me muevo. Como mínimo, quiero que se lleven una foto conmigo porque dejan todo por ir a verme», destacó.

Alaniz, anticipó cuándo podría ser su próxima defensa del título: «Todavía no hay fecha, pero este título se defiende cada tres meses. Posiblemente en diciembre o enero esté peleando nuevamente, pero no se sabe donde ni con quien todavía».

«Tengo dos rivales que me gustaría enfrentar en algún momento, Leonela Yúdica, de San Juan, y Marlene Esparza, de Estados Unidos. Son las dos campeonas mundiales de mi categoría, en la categoría hay cuatro cinturones de distintas entidades. Me encantaría enfrentarlas para que la ganadora se quede con todos los cinturones. Apunto a eso, y ojalá que se dé, pronto o lejano, pero que se pueda dar», confesó.

La boxeadora merlense analizó a Rengifo: «Era una rival muy dura. Sentí que le metí golpes que eran para tirarla, que le dolían, pero se notaba el corazón orgullo de ella que seguía de pie. La respeto mucho, no cualquiera aguanta así como ella. Me saco el sombrero».

Por último, remarcó el hecho de compartir velada con Marcela «Tigresa» Acuña: «Yo de chica la miraba en la tele, decía que quería ser como ella. Hoy en día compartir cartelera con alguien que miraba en la tele, no tiene precio», concluyo.